La crepería Annaick es un sitio curioso y con mucho encanto. La decoración es muy original, con elementos que en otras circunstancias podrían considerarse inservibles (mesas de barcos, asientos de autobús, sifones viejos…) y aquí adquieren una dimensión nueva. Por no hablar del autobús que «oculta» la barra o del seiscientos que sirve como parque infantil…
La carta del restaurante se articula, básicamente, en tres pilares: las crêpes (dulces), las galettes (crêpes saladas) y las ensaladas. También se pueden pedir tortillas o tablas de quesos o embutidos.
article via vipgourmet